miércoles, 29 de abril de 2009

Historia de la Feria del Libro


La Feria Internacional del Libro de Santo Domingo cuenta con una historia que se inicia hacia más de medio siglo. Primero surge como un evento nacional, para luego pasar al esquema internacional que le ha dado tanto esplendor cultural al país.

JULIO POSTIGO: EL PRECURSOR

Don Julio Postigo, librero y pastor evangélico, fue el pionero de las ferias del libro en República Dominicana. En 1950, a sugerencia suya, se instituye el 23 de abril como Día del Libro, en honor a Miguel de Cervantes Saavedra. Un año después se realiza la primera Feria Nacional del Libro, en el Parque Colón, la cual se extendió hasta las arcadas del entonces Palacio Consistorial o Consejo Administrativo.
El señor Postigo, quien fuera propietario de la Librería Dominicana y luego de la Librería Hispaniola, y editor de la famosa colección “Pensamiento Dominicano”, fue también el que propuso la creación del Premio “Pedro Henríquez Ureña” al libro del año, que no logró entonces gran incidencia.
Las ferias del libro se siguieron celebrando anualmente de forma modesta, como modesta era para entonces la comercialización del libro en el país, donde apenas existían 4 ó 5 librerías de alguna importancia. No obstante, la continuidad no fue absoluta.
Se suspendió su celebración en 1956 y 1957, y luego en 1959 y 1960, que fueron años muy conflictivos políticamente. En 1961, año del fin de la Era de Trujillo, se celebró la última feria de esa etapa. La tradición se volvió a instaurar en 1967, aunque nuevamente se interrumpió en 1968. En ese lapso, es bueno mencionar que en 1955, para la fastuosa celebración de la Feria de la Paz y la Confraternidad del Mundo Libre, que celebrara los veinticinco años de la dictadura trujillista, se organizó la Feria Iberoamericana del Libro “María Martínez de Trujillo”, que tuvo como presidente de la comisión organizadora al doctor Armando Oscar Pacheco, a la sazón Secretario de Estado de Educación, y de secretario al doctor Manuel de Jesús Goico Castro.
Posteriormente, en 1970, el gobierno de Joaquín Balaguer realizó la Exposición Mundial del Libro y Festival Internacional de la Cultura, en el edificio que hoy ocupa, entre otros organismos públicos, la Dirección de Impuestos Internos. Ese evento excepcional, que no tuvo continuidad, tenía como director ejecutivo al arquitecto José A. Caro Álvarez y su coordinador operativo lo fue el señor Jiménez Cohén, este último de nacionalidad colombiana.